HISTORIA E INICIO DE “VACACIONES EN PAZ”
Cuando los saharauis que lograron escapar de la persecución del ejército marroquí, que penetraba por el norte y noreste del país y el mauritano por el sur, huyendo en un éxodo masivo, buscando refugio
bajo las alas de los combatientes del Ejército de Liberación Popular Saharaui, se instalaron, por fin, en lo que son ahora los campamentos de refugiados en plena HAMADA, cambió su vida por completo.
En un terreno hostil, con un clima que no conocían, la mayoría y sin la alimentación habitual, los
refugiados sufrieron las consecuencias de la adaptación a la nueva realidad. Enero de 1976, marcó aquella evidencia del cambio. Cientos de niños y ancianos murieron deshidratados y afloraron las epidemias que a pesar del esfuerzo de la
Media Luna Roja Saharaui y la generosa aportación de la Media Luna Argelina y la no menos importante ayuda alimenticia de Noruega, no se pudo con el dichoso efecto del cambio.
Recuerdo, con tristeza, las decenas de niños que enterramos cada día, durante los dos meses cruciales del verano del 76. Ese verano, fue mortífero. La
Media Luna Roja no daba abasto y llegó un alivio de los amigos de acogida. El ministerio argelino de Juventud y Deportes ofreció a los refugiados saharauis unas 700 plazas en el campamento de verano de Sidi Fredj, en Argel capital. Supuso un
respiro y dada la experiencia, a las autoridades saharauis se les iluminó la vista y sin pensarlo mucho, iniciaron una campaña en el exterior para buscar lugares de “veraneo” para los niños, con el único objetivo de
salvar la mayor cantidad posible del horrible trato de la Hamada y su clima.
Se iniciaron
contactos con todos los partidos europeos y organismos que de alguna manera, se solidarizaban con el pueblo saharaui.
La primera respuesta llegó del gobierno argelino que además de becar a mas de 2000 alumnos en sus colegios, estaba dispuesto a acoger un número igual, en sus campamentos y albergues de verano.
La diferencia entre los que pasaban julio y agosto, en la costa argelina y los que no tuvieron la misma suerte y se
quedaban en los campamentos, era evidente. Algunos países se ofrecieron a acoger pequeños grupos de diez y veinte, que no dejaba de ser de agradecer; pero llegó el verano del 79 y a través de gestiones del Partido Comunista de España,
por entonces, llegaban a Barajas 100 niños saharauis de los campamentos de refugiados. Fue todo un acontecimiento, no solo por el gesto solidario del partido anfitrión, sino que también por la acogida solidaria de la sociedad española,
a pesar de los asuntos políticos y el “aparente compromiso” en que se ponía al gobierno español.
El grupo de niños invitados, se dividió en tres que fueron a Barcelona, Valencia y Andalucía, no sin antes pasar por los estudios de RTVE.
Esta experiencia, dio pie a pensar en ampliarla, dado el éxito y los partidos políticos españoles solidarios, entonces, con el pueblo
saharaui, unos por principios y otros por interés electoral.
Ese mismo verano,
ya existía una asociación de amigos en Francia y consiguió invitar a otros 100 niños que se repartieron por las ciudades de Bourge, Marseille, Le Mans y Alby.
A partir de este verano, al menos los niños, la mayoría se salvaría del intenso calor de los meses de julio y agosto de la Hamada. Y gracias a la generosidad
de los pueblos del Estado español y a los activistas y asociaciones de amigos del pueblo saharaui, se iniciaría un programa social y humanitario que se bautizó con el nombre : “VACACIONES EN PAZ”.
Bachir Lehdad Dadda